Tips para ahorrar en los preparativos de la boda

Cuando las parejas se comprometen, la euforia del momento les hace imaginar una boda propia de una película Disney, en la que ella viste como una princesa, él como su príncipe, los invitados apenas caben en el gran palacio en el que han contraído matrimonio y hay más comida que en un banquete medieval.

La realidad, por desgracia, es muy distinta. Incluso aunque ambas partes tengan un trabajo fijo, los costes de una boda son muy altos. Como ya te hemos contado en otras ocasiones, el presupuesto medio que se invierte en esta fiesta, según la Federación de Usuarios Consumidores Independientes, es de 16.543 euros, una cantidad difícil de conseguir si no es con la ayuda de familiares o de un crédito bancario.

Si eres una persona normal, ni rica, ni noble, ni ganadora de los Euromillones, te recomendamos que tomes nota de algunas pautas con las que evitarás vender tus órganos para conseguir pagar tu boda.

La difícil lista de invitados. Para calcular el presupuesto de boda, lo primero es cerrar la lista de invitados. Lo mejor es que acudan sólo tus círculos más cercanos y que olvides las invitaciones por compromiso. Será una ceremonia mucho más personal y, además, económica.

©Elaine Palladino Photography
©Elaine Palladino Photography

Las prioridades. Tras saber quién va a asistir, pero antes de empezar los cálculos, piensa, junto con tu pareja, en cuáles son vuestras prioridades. Nuestro consejo es que le des mayor importancia a las experiencias para toda la vida que a aquello que sólo durará ese día y, luego, se desvanecerá. Cada uno tiene sus criterios, pero tal vez sea más inteligente pasar una luna de miel inolvidable en un destino desconocido para los dos, que decorar el salón con las flores más exclusivas de la floristería.

©Heather Curiel Weddings
©Heather Curiel Weddings

Ahora sí, los presupuestos. Llega el momento de sentarse, coger una libreta o abrir una hoja de cálculo en tu ordenador (mejor) y anotar, punto por punto, cada elemento de la organización y los presupuestos que las empresas y los especialistas te ofrecen. Hazlo con mucha antelación, llama a todas las personas que tengas que llamar para comparar precios y, poco a poco, ve haciendo una criba y seleccionando las opciones más rentables en cuanto a la relación calidad/precio.presupuesto boda

La vestimenta. Entendemos perfectamente que vestir de alta costura es una tentación. Pero, recuerda: solo vas a usar esta ropa una vez en tu vida. Por eso, plantéate adentrarte en la moda de novias y novios low cost, con propuestas muy bonitas y asequibles. También está muy de moda encargar el vestido a una modista para que lo haga a medida: tú misma seleccionarás las telas y conseguirás un mejor precio y un modelo exclusivo. Ellos pueden pensar incluso en el alquiler de trajes o en venderlos a tiendas de segunda mano. Escoged complementos, incluso zapatos, a los que podáis dar uso en el futuro para otros eventos elegantes.

©Ingrid Lepan
©Ingrid Lepan

DIY. El Do It Yourself tiene muchas posibilidades para los más mañosos. ¿Eres una artista de la belleza? Entonces hazte tú misma tratamientos de belleza en casa y elabora tu propio maquillaje. Al fin y al cabo, nadie conoce tu rostro mejor que tú. Si la boda es muy íntima pues van pocos invitados, y tienes tiempo, encárgate de los regalos y de las invitaciones. Pero si no te ves capaz, contacta siempre con personas de confianza, tanto para el estilismo como para las invitaciones y presentes, pues ya conoces su trabajo y sabes que pueden hacerte un precio razonable.

diy boda

©Julie Paisley / Perry Vaile Photography/ ARTIESE Studios / Ruth Eileen Photography / Ruth Eileen / The McCartneys Photography

Todo de temporada. Los alimentos de temporada son más económicos y, además, al ser su época, saben más deliciosos que en ningún otro momento. Las flores también son asequibles si están de temporada.menu boda

©CJK Visuals / Erich McVey Photography / Justin DeMutiis Photography / Darya Kamalova Of Thecablookfotolab / Lisa Zeising For Abby Jiu Photography 

Antelación. La antelación, al final, es la clave de toda planificación responsable, compacta y económica de una boda. Cuanto más tiempo busques lugares y catering, más opciones encontrarás y podrás comparar entre todas ellas. En este caso, eso de que mujer precavida (y hombre, por supuesto) vale por dos es más cierto que nunca.

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