Decora tu boda en dorado y plateado
El dorado y el plateado son potentes y extravagantes pero, también, unos tonos animados, originales e ideales para la decoración de una boda. La cuestión es, ¿cómo utilizarlos para obtener un resultado bonito y alegre sin caer en lo vulgar?
Para empezar, al igual que sucede con la ropa, a medida que avanza el día más ostentosa pega que sea la decoración. El espíritu de una boda de día en un jardín, en plena naturaleza, no parece casar bien con estos colores, mientras que una boda de tarde y sobre todo de noche en interior, en un hotel o salón, sí combina bien con este estilo.
La zona propiamente del banquete puede incluir de muchas y variadas maneras un poco de brillo. El mantel, por ejemplo, puede ser completamente dorado o plateado, o bien blanco con algunos detalles delicados que lo adornen y le den luz. Lo mismo sucede con la vajilla: las hay preciosas con los bordes decorados de este modo, sólo con rayas o con dibujos.
Imprime tus minutas en papel nacarado y relieves en oro o plata. Puedes intentar, también, poner el texto en estas tonalidades pero, para ello, hazlo en un fondo negro o, si no, puede ser complicado de leer. Coloca servilletas a juego. Para los centros de mesa encarga flores blancas para la temática plateada y amarillas para la temática dorada, y añade velas en el color que corresponda según tu elección. Especialmente en el caso del dorado, las velas aportan una romántica luminosidad cálida que lo destaca muchísimo.
Los asientos de los invitados no son menos que el resto. Si las sillas del banquete están recubiertas de tela blanca, añade una cinta ancha con un bonito lazo en el respaldo. O puedes hacerlo a la inversa: las sillas pueden ser de alguno de estos dos colores, y estar decoradas con un lazo en blanco o con un pequeño ramillete de florecillas.
Algunas parejas se atreven a ornamentar el salón con globos, una propuesta divertida e infantil y, por ello, adorable. Utilízalos para formar un arco-photocall para que tus familiares y amigos se saquen todo tipo de fotografías divertidas.
La novia también tiene la opción de “metalizarse”, pero siempre con mucho gusto y sutileza. Puede hacerlo a través del maquillaje, con sombras en mousse, o con unos zapatos brillantes, propios de una Cenicienta, que lucen de maravilla con un pulcro traje de novia. Muchos diseñadores, además, están presentando vestidos nupciales con un particular brillo champán. Decora tu ramo bouquet con un camafeo y cinta metalizada.
Intenta que los regalos que entregues a tus invitados sigan la misma línea estilística (si son cuadernos, pañuelos, bolígrafos, llaveros, etc., han de ser del color temático que hayas escogido).
La comida tampoco se escapa. Para el brindis, opta por uno de esos exclusivos champán o cava con partículas de oro, que se mueven con gracia entre las burbujas de la bebida. Resulta totalmente deslumbrante y lujoso. Y, por supuesto, decora tu tarta de boda con capas de alguno de los dos metalizados. El aspecto de un pastel de varios pisos blanco y dorado o plateado es sencillamente espectacular.
Como siempre, te recomendamos que no te excedas con la cantidad de arreglos que pongas en esta gama, y que elijas uno u otro, pero no los dos a la vez. Mantén siempre la mesura y la elegancia. Estas tonalidades son preciosas todo el año, aunque quedan especialmente bien en invierno y, sobre todo, en Navidad. ¿Te atreves a darle brillo a tu boda?
También podría interesarte