Postres gourmet para sorprender a tus invitados

La enorme tarta de bodas de varios pisos, con sus adornos y sus muñecos de los novios en la parte superior, es una tradición inquebrantable. Sin embargo, muchas parejas también optan por ofrecer a sus invitados pequeños postres individuales muy originales, deliciosos y especiales, a la altura de un día como este.

Si ya te estás reuniendo con el servicio de catering para decidir el menú, te recomendamos unas fantásticas recetas dulces que puedes proponerle a estos profesionales para que las incorporen en la carta de postres.

Copa de mascarpone con frutos rojos. El mascarpone es uno de los quesos más deliciosos que existen para elaborar postres. La idea de las copas es muy útil para tus invitados, que pueden acceder al postre en monodosis. Se elabora con yogur griego y mascarpone para la base y frutos rojos por encima, aderezados con un poco de azúcar glass.  

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Brownie de cerezas. Los brownies son unos dulces incombustibles, que quedan bien en las mesas de cualquier evento o celebración y que gustan a casi todo el mundo. Para darles un toque especial, añade a la receta básica (huevo, harina, azúcar, mantequilla, chocolate, nueces) trocitos de cereza y un chorrito de ron. La diferencia se notará y los hará exquisitos.

Crème Brûlée de Piña. Esta receta es fresca y suave, ideal para bajar la copiosa comida del banquete. Tan solo hace falta leche de coco, nata líquida, huevos, azúcar, extracto de vainilla y un poco de ron para crear una crema que combina a la perfección con unas finas rodajas de piña.

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Banana split. Los postres de frutas son perfectos para el verano, porque con el fuerte calor apetece más algo ligero que una tarta contundente. El banana split es tan sencillo como estético: sólo necesitarás dos plátanos crudos colocados en una bandeja y, en el medio, tres bolas de helado de chocolate. Puedes decorar con virutas de chocolate, cerezas, almendra picada, chantilly o siropes de sabores variados.

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Isla flotante. Esta exquisitez de origen francés consiste en un merengue flotando en crema inglesa, que viene a ser como un flan de vainilla o una crema catalana. Con clara de huevo, azúcar y vainilla escalfados se obtiene el merengue, y con las yemas, leche caliente y vainilla cocidos, se elabora la crema. Preséntalo en platitos con un poco de canela espolvoreada por encima.

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Mousse de chocolate blanco. La dulzura y la suavidad del chocolate blanco, en comparación con la dureza del negro o de algunos con muy poca leche, lo ha hecho muy popular entre los paladares sensibles (aunque odiado por aquellos que prefieren sabores rotundos). Simplemente con nata fría y chocolate blanco fundido, todo ello bien batido, obtendrás un mousse fino y riquísimo.

Cake pops. Los cake pops son ideales, sobre todo, para los invitados más pequeños de la boda. La receta es básicamente la de una magdalena o un bizcocho pero, para obtener su forma redonda, necesitarás una máquina específica. Luego, por fuera, se bañan en chocolate o se decoran con adornos comestibles como fideos o bolitas de colores. Parecerán chupachups una vez les coloques el palito de plástico.

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Mini tartaletas de frutas. Lo mejor de las tartaletas es su versatilidad: puedes hacerlas con fruta variadas, o bien remesas de un sabor cada una. Los kiwis, las fresas, los melocotones y las piñas son algunas de las frutas que mejor quedan en este postre. Puedes endulzar la mezcla con crema pastelera o con chocolate fundido.

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Flan de leche condensada. Reinventa el flan de toda la vida con un toque más dulzón y espeso. Con yogures griegos y leche condensada obtendrás un flan delicioso, que quedará perfecto bañado en una buena cantidad de caramelo líquido.

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Crema de limón. También conocida como lemon curd, tiene un sabor muy intenso y con muchos contrastes, pues la acidez del limón se mezcla con la dulzura del merengue. Para la crema no hace falta más que huevo, limón, mantequilla y azúcar, cocidos al baño maría. Por encima se colocará el merengue (o nata montada, si lo prefieres).

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