El diario de la novia: el arte de invitar
Todo empezó en septiembre de 2014. Después de una relación de tres años y medio Pablo se atrevía a pedir la mano de Marina de una forma muy original y especial, con una cena en la casa en la que vivirán en unos pocos meses y con una litografía de Picasso que contenía un significado muy especial para ellos. Marina no se lo pensó dos veces y se echó a llorar de alegría gritando: ¡Claro que sí!
Desde entonces todo están siendo preparativos y planes para que el día más especial de sus vidas salga a la perfección. Aquí os iremos contando semana tras semana cómo van y podréis coger ideas que os servirán para vuestro día o para ayudar a vuestra amiga, hermana o prima.
El tema de las invitaciones es uno de los más importantes. Todos queremos hacer una invitación que refleje nuestra personalidad y que informe al detalle de todo lo que va a acontecer en ese día. Marina y Pablo decidieron hacerla ellos mismos. Al ser ambos arquitectos querían unas invitaciones, que sin dejar de lado el aspecto clásico de una boda religiosa, fueran muy personales y tuvieran relación con su mundo laboral. En un principio quisieron hacer de la invitación un panel de proyectos pero retrocedieron y limpiaron un poco la idea.
El plano, que siempre llevan las invitaciones para poder moverte de la zona de la Iglesia hasta la de la celebración, es una visita por los edificios más emblemáticos del camino a realizar y ellos son los que te van marcando el recorrido a seguir. Como representación de los mismos han elegido dibujarlos a base de alzados y alguna vista axonométrica que haga identificarlos rápidamente. Además han aportado debajo de ellos el arquitecto y el año en el que fue realizado para hacer del típico plano un camino útil para la boda y un reflejo de su profesión.
Para la invitación han optado por un estilo clásico pero con una tipografía escogida minuciosamente por ellos para que, aunque este hecha por ordenador, parecieran trazos hechos a mano. Su idea era alejarse totalmente de la clásica letra rimbombante. Además toda la papelería tendrá un color fijo, el malva. Un detalle que tendrá mucho que decir en toda la boda...
El sobre de la invitación es clásico pero contiene un forro muy especial que esconde un gran significado. El forro ha sido sustituido por uno diseñado con la litografía de Picasso que le regaló Pablo a Marina al pedirle matrimonio.
Por último han añadido una tarjeta A6 que contiene datos de utilidad para los invitados (buses, direcciones, posibles problemas alimenticios…) hecha con su tipografía especial siguiendo el hilo conductor de toda la papelería.
Este es el caso real de Marina y Pablo pero si vosotros no sois tan manitas o queréis algo más específico os recomendamos que visitéis Arte Papel o Querida Valentina, dos imprentas que os sorprenderán con sus delicados y elegantes diseños. Ambas tienen un estilo muy similar de líneas delicadas y clásicas pero con forros de ensueño. Os recomendamos que echéis un vistazo a la invitación de amapolas de Arte Papel, ideal para una boda en el campo, o a la de caballito de mar de Querida Valentina, perfecta para un enlace en la playa.
Si os sentís más identificados con el tipo de invitaciones más desenfadadas y originales tenéis que visitar la web de Hermanas Bolena. Este estudio de diseño gráfico e imagen corporativa tiene una papelería perfecta para personalizar vuestra boda al máximo. Su éxito, la invitación confeti, es un tarjetón en formato tríptico que contiene una bolsita de confeti a juego.
Recordad que la invitación es la primera pista sobre vuestra boda y que por eso tenéis que mimarla con atención y hacer de ella un recuerdo y un primer bocado delicioso. ¡Que sigan los preparativos!
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